domingo, 27 de noviembre de 2016

Sahagún - Mansilla de las Mulas

Por si alguien se incorpora a este blog por primera vez, recuerdo que divido el tramo entre Carrión y León en tres etapas por una cuestión de economía, no con la intención de que se siga a rajatabla este blog.

Si se ha dormido en Sahagún, esta etapa tiene unos 37 km. Para los que os parezca una exageración, que supongo que seréis la mayoría, todos los pueblos intermedios tienen albergues.

La salida de Sahagún es más agradable que su entrada. Abandonamos la villa pasando junto al barroco Arco de San Benito y las ruinas de un enorme monasterio cluniaciense que llegó a tener. Poco después se atraviesa un puente medieval sobre el río Cea, escoltado por una chopera. Ese lugar tiene una leyenda mencionada en el Codex Calixtinus: tras una batalla victoriosa, los soldados de Carlomagno clavaron sus lanzas en la tierra y, milagrosamente, florecieron.




Unos 4 kilómetros después de salir de Sahagún, muy cerca de un pueblo llamado Calzada del Coto, hay que elegir entre dos alternativas de distancia similar que convergen cerca de Mansilla. Una de ellas, la Vía Trajana, es más solitaria, tiene algún bosquete y un único pueblo intermedio: Calzadilla de los Hermanillos. De esta variante no puedo hablar porque la desconozco, pero sé que es más tranquila que la otra, lo cual puede ser una ventaja para algunos y un inconveniente para otros.

La otra alternativa, el Camino Real, está más urbanizada y discurre por un andadero al lado de una carretera local por la que circulan más bicicletas que coches. Las autoridades tuvieron la brillante idea de colocar arbolitos a lo largo de 32 km, plantados de forma que proyectan su sombra sobre los cultivos y no sobre los peregrinos. Un magnífico ejemplo de buena gestión.


Por esta variante se atraviesan dos pueblos: Bercianos del Real Camino (que, como su nombre sugiere, fue repoblada por gente venida de la comarca del Bierzo) y El Burgo Ranero. Lo mejor de estos pueblos de adobe y tapial, además de su gente amigable y de sus iglesias, es contemplar el atardecer en sus lagunas, que es algo muy bonito y mágico.



El último pueblo intermedio es Reliegos de las Matas, situado a unos 32 km de Sahagún. Los aproximadamente 13 km que hay entre El Burgo y Reliegos pueden ser duros psicológicamente si se empieza la etapa en Sahagún, pero llevaderos si se comienza en alguno de los pueblos intermedios. No puedo opinar sobre su iglesia porque siempre he tenido la mala suerte de pillarla cerrada.

Entre los lugareños hay un dicho que dice: “la legua bien medida, de Reliegos a Mansilla”. Tras recorrer esa legua en un terreno ligeramente descendente, llegamos a la meta. Nos da la bienvenida al casco histórico de Mansilla de las Mulas un monumento dedicado a los peregrinos realizado a escala doble del natural.



Mansilla de las Mulas conserva junto al río Esla buena parte de sus murallas medievales y dos arcos, también medievales. Si se tiene la suerte de pasar por ahí el último fin de semana de julio, pueden disfrutarse de unas fiestas medievales que incluyen torneos junto a las murallas.




Su recinto intramuros, mayormente peatonal, está catalogado como Bien de Interés Cultural y, sin ser espectacular, es muy agradable su arquitectura popular leonesa y sus iglesias. En mi opinión, tiene mucho encanto la Plaza del Grano, aunque ganaría mucho si se prohibiese aparcar en ella (ignoro si se habrá hecho desde la última vez que estuve), sin perjuicio de la carga y descarga.



En caso de que no se duerma en Mansilla, recomiendo dedicar unos minutos a recorrer la parte histórica no atravesada por el Camino.

Si se dispone de tiempo libre y de dinero, puede ser recomendable hacer un viaje en taxi para visitar la espectacular iglesia mozárabe de San Miguel de la Escalada, una de las grandes joyas del prerrománico español.



Saludos cordiales y buen Camino,

viernes, 25 de noviembre de 2016

Haro - Santo Domingo de la Calzada


En la anterior entrada sobre esta ruta, acabamos diciendo que, tras cruzar un puente medieval sobre el río Ebro, se llega a Haro, localidad de casi 12.000 habitantes y capital de la comarca de Rioja Alta. Antes de hablar del recorrido de esta etapa, voy a dedicar unas líneas a Haro, que había quedado pendiente.

Como sucede con la gran mayoría de las ciudades del Camino, grandes y pequeñas, la entrada no es muy agradable. Tras atravesar una zona de bodegas y pabellones, entramos en su casco urbano tras cruzar un puente sobre el río Tirón.

Haro destaca por el turismo enológico y, también, gastronómico, pues en los bares de su centro histórico tienen muy buenos pinchos y buenos lugares para comer. Sin embargo, también tiene mucho interés para el turismo cultural y, de hecho, su centro histórico está catalogado como Conjunto Histórico-Artístico y, siendo fiel a la filosofía de este blog, voy a tratar de estos encantos de Haro, aconsejando, como siempre, visitar su Oficina de Turismo, a la que este blog no pretende sustituir.

El cuarto de estar de Haro está en la Plaza de la Paz, en donde está la Casa Consistorial, del  gran arquitecto neoclásico Ventura Rodríguez. Sin salirnos de esa plaza, podemos ver el Torreón, que es lo único que queda de las murallas medievales de Haro. En la actualidad, este edificio alberga un museo de arte contemporáneo.




En cuanto a iglesias, son dos las que hay que visitar. En pleno centro histórico está la parroquia de Santo Tomás, que tiene una magnífica portada plateresca y una esbelta y hermosa torre. Además, en su interior está el retablo más grande de La Rioja.





El otro templo que hay que visitar es la Basílica de la Virgen de la Vega, patrona de Haro. Lo mejor de este edificio es su interior, en donde podemos disfrutar de su retablo mayor y de pinturas murales.


Además de la arquitectura religiosa, Haro cuenta con muchos palacios blasonados y edificios civiles de interés, como, entre otros, el Palacio de Tejada y el Palacio de la Plaza de la Cruz, de los que os pongo unas fotos.




Comenzando ya por la etapa, si decidimos acabar en Santo Domingo de la Calzada, en donde empalmamos con el Camino Francés, solo hay que andar 20 kilómetros en los que apenas hay que subir 170 metros de desnivel, lo que hace de esta etapa una de las más livianas del Camino.

Esta etapa la recorrí en 2012 y, si no recuerdo mal, transcurre en su gran mayoría por pistas agrícolas y entre cultivos, por lo que, en cuestión de paisaje, me resultó algo sosa.

El primer pueblo en el que se puede hacer una pausa es Zarratón, en donde hay que contemplar la portada gótica de su iglesia. No puedo hablaros de primera mano del interior de su iglesia porque cuando pasé por ahí estaba cerrada.



El segundo y último pueblo intermedio es Bañares que, pese a su pequeño tamaño, tiene dos edificios catalogados como Bien de Interés Cultural desde 1964. En primer y principal lugar, la monumental iglesia gótica de la Santa Cruz. Lamentablemente, cuando pasé por ahí encontré la iglesia cerrada pero, por lo que he visto en una web municipal, parece que su interior tiene joyas para visitar.



En segundo lugar, la ermita de la Santa Cruz, joya románica del s. XII que en su día fue iglesia parroquial. Al construirse la nueva iglesia parroquial con el mismo nombre, este pequeño templo pasó a llamarse informalmente Ermita de la Antigua. Ambas joyas están situadas una al lado de la otra.



Saliendo de Bañares hay que recorrer unos 5 km para llegar a Santo Domingo de la Calzada, de la que ya hablamos en esta entrada, por lo que no me voy a repetir.


Saludos cordiales y buen Camino,

martes, 22 de noviembre de 2016

Carrión de los Condes - Sahagún

Como dije en otra entrada, el tramo entre Carrión de los Condes y León lo voy a escribir en solo tres artículos por una cuestión de economía, aunque creo que es más razonable hacer este tramo en cuatro etapas.

La etapa Carrión - Sahagún, de unos 38 km, la hice una vez y acabé cansado pero entero, aunque tengo que deciros que una hospitalera me dijo que los que hacen esta etapa casi no se tienen en pie al llegar. La ventaja de dormir en Sahagún es que tiene bastante para ver, pero, si uno quiere dormir aquí y no se ve con fuerzas, tiene varios pueblos intermedios.

El primer pueblo intermedio, Calzadilla de la Cueza, está a poco más de 17 km de Carrión. Se llega tras atravesar una llanura interminable de cultivos en la que no hay agua ni casi sombras. Puede hacerse duro psicológicamente si no se va en compañía.

Lo más destacable de este pueblo es un buen retablo barroco hecho por un discípulo de Juan de Juni. Desgraciadamente, se está deteriorando por una chapucera restauración que le hicieron y, la Junta de Castilla y León, se ofrece a arreglarlo con la condición de llevárselo a Astorga, algo que no acepta el pueblo. 



Los 20 km restantes son más llevaderos porque hay 4 pueblos intermedios, todos ellos con albergues: Lédigos, Terradillos de los Templarios, Moratinos y San Nicolás del Real Camino. Son pueblos que, en mi opinión, no tienen mucho interés, aunque recomiendo visitar sus iglesias si se encuentran abiertas, pues tienen algunas tallas interesantes. En su favor, tienen muy buen ambiente gracias al Camino.

Entre San Nicolás del Real Camino y Sahagún, abandonamos la provincia de Palencia para entrar en la de León. Me permito hacer un inciso para comentar que esta provincia es riquísima en arte románico y que el Románico palentino es candidato a ser patrimonio de la humanidad. Intentaré que alguien se anime a escribir en este blog sobre el Camino Olvidado, que une Bilbao con Villafranca del Bierzo atravesando Cantabria, Palencia y León.

Poco antes de llegar a Sahagún, la capital del mudéjar del Camino, es muy recomendable desviarse ligeramente para visitar la ermita mudéjar de la Virgen del Puente, del s. XII. Su nombre se debe a un puente que hay junto a ella y por donde pasaba el río Valderaduey, pero hoy no es así porque se ha desviado su cauce.



Junto a esa ermita, hay un monumento más moderno en donde, al parecer, está el centro geográfico del Camino entre Roncesvalles y Santiago.




De Sahagún dice el Calixtino que es una villa pródiga en todo tipo de bienes. Debe su nombre a una evolución de Sant Facund que, según la tradición, murió durante la persecución de Diocleciano.

La entrada en Sahagún no es muy agradable, pero luego lo compensa, pues es la capital del mudéjar del Camino. Para no extenderme, voy a limitarme a mencionar tres de sus obras más notables, dejando una para la siguiente entrada y, como siempre, recomendando visitar la Oficina de Turismo.

En primer lugar, hay que detenerse en la iglesia de San Lorenzo, mudéjar del s. XII, construida íntegramente en ladrillo y con una torre troncopiramidal. 

Cerca de ahí, atravesando la Plaza Mayor, hay una iglesia similar, pero no idéntica: San Tirso de Sahagún, también del s. XII. Podría decirse que son hermanas pero no gemelas. Pongo las dos iglesias juntas para que juguéis a buscar las diferencias.

 Iglesia de San Lorenzo
 Iglesia de San Tirso

¿Habéis captado las diferencias? La de San Tirso tiene algo de piedra, mientras que la de San Lorenzo está hecha íntegramente en ladrillo. Además, la iglesia de San Lorenzo tiene cuatro cuerpos de ventanas, mientras que la de San Tirso tiene tres.

Por último, también recomiendo encarecidamente ver el Santuario de la Peregrina, también mudéjar, que tiene en su interior una bellísima talla barroca de la Virgen por la que los facundinos tienen mucha devoción, además de yeserías típicas mozárabes.





Como veis, Sahagún tiene bastante para ver, pero todavía hay más, pero lo dejo para la siguiente entrada porque está a la salida de la villa. 

Por último, si a alguien le sobre tiempo o llega a Sahagún en coche, le recomendaría desviarse unos 4 km para visitar la iglesia mudéjar de San Pedro de las Dueñas

Saludos cordiales y buen Camino,

lunes, 21 de noviembre de 2016

Lapuebla de Arganzón - Haro



Unos kilómetros después de salir de Lapuebla de Arganzón, hay que tomar una difícil elección. La primera consiste en continuar hacia Haro para juntarse con el Camino Francés en Santo Domingo de la Calzada. La segunda es ir hacia Miranda de Ebro para, atravesando tierras burgalesas, incorporarse al Camino Francés en Burgos.

Confieso que solo he hecho una de estas dos alternativas (la riojana), pero he visitado algunos lugares de la variante burgalesa y puedo dar fe de que hay joyas paisajísticas (p.e el desfiladero de Pancorbo) y patrimoniales (p.e iglesia prerrománica de Quintanilla, casco histórico de Briviesca, etc.), así que ambas son buenas opciones.

Hoy os voy a hablar de la etapa entre Lapuebla y Haro. Sobre la etapa entre Lapuebla y Miranda, intentaré hacerla este otoño o en primavera para podérosla contar.

La etapa Lapuebla - Haro es larga (unos 31 km) y dura. No tiene puertos muy exigentes, pero su perfil es bastante ondulado, con muchas subidas y bajadas. Si alguien no se ve con fuerzas, hay un albergue en Salinillas de Buradón, hacia el kilómetro 20 de la etapa. Hay muchos pueblos intermedios, pero algunos de ellos no tienen bar, pero sí fuente y, lamentablemente, es difícil encontrar abiertas sus iglesias.

La salida de Lapuebla no es muy agradable. Hay que andar unos 4 kilómetros por asfalto hasta llegar a Burgueta, el agradable primer pueblo intermedio. A partir de aquí, el resto del tramo común, si no recuerdo mal, va por una plácida pista agraria.


Unos 2,5 km después llegamos a Estavillo, perteneciente al municipio de Armiñón, en donde hay que echar un vistazo a la portada de su iglesia de San Martín. Por lo que he visto en la red, su retablo es magnífico. Lamentablemente, cuando hice esa etapa encontré la iglesia cerrada, pero os pongo una foto de todas formas.




Poco después de abandonar Estavillo, hay que decidir si seguir hacia Haro o hacia Miranda. Como he dicho, hoy hablo de la primera opción y,tras unos kilómetros ondulados entre cultivos, veremos a nuestra izquierda el pueblo de Berantevilla, cuya iglesia tiene una esbelta torre diseñada por el gran arquitecto Justo Antonio de Olaguibel. No es necesario entrar en el pueblo, pero, si se está en forma y no aprieta el calor, hacerlo es una buena opción. 



Si no nos desviamos para entrar en Berantevilla, el siguiente pueblo después de Estavillo es Zambrana, situado aproximadamente en el ecuador de la etapa y que tiene varias casas blasonadas y una iglesia en la que sellan amablemente la credencial. 



Unos 6 km más adelante llegamos a Salinillas de Buradón (km. 21.5), perteneciente al muy bonito municipio de Labastida (situado fuera del Camino y que los peregrinos deben apuntar en su lista de sitios pendientes de visitar) en donde hay que detenerse a descansar por dos motivos. En primer lugar, para ver su casco histórico, que conserva algunos restos de muralla (declaradas Bien de Interés Cultural en 1984), palacios blasonados y bonitas casas con traviesas de madera.






En segundo lugar porque, hasta el momento, el perfil ha sido ondulado, pero queda la parte más dura: el puerto de la Lobera. La subida no es especialmente dura (200 metros escasos en unos dos km), pero no es lo mismo hacerla al principio de la etapa que cuando se llevan más de 21 km de etapa rompepiernas. Lo bueno es que en la subida hay sombra.

En la bajada hay una de cal y una de arena. Por un lado, hay unas vistas espectaculares de La Rioja pero, por otro lado, es una bajada con piedras sueltas y una pendiente muy fuerte.


Una vez hayamos descendido, llegamos a Briñas, en donde atravesamos un puente medieval sobre el río Ebro y, poco después, llegamos a Haro, del que hablaré otro día.


Saludos cordiales y buen Camino,