sábado, 12 de mayo de 2018

Ruesta - Sangüesa/Zangoza

En esta etapa entre Ruesta y Sangüesa (Zangoza en euskera) cambiamos de Provincia y de Comunidad Autónoma, pues salimos de Aragón y nos adentramos en Navarra. La etapa tiene, redondeando, 22 kilómetros de distancia y un único pueblo intermedio.

Los primeros 6,4 km son cuesta arriba por un monte boscoso, aunque la pendiente no es exagerada. El esfuerzo se ve recompensado por algunas magníficas vistas del embalse de Yesa y la sierra de Leyre.


Una vez alcanzado el alto, comienza un descenso de unos 5 km hacia Undués de Lerda, el único pueblo intermedio de la etapa, donde resulta obligado parar para avituallarse en su bar y, si se quiere, para pernoctar en su albergue.

En la bajada a Undués hay un tramo empedrado que parece ser una antigua calzada romana, aunque hay quien defiende que es un simple camino de piedra para facilitar el paso del ganado.



Undués de Lerda es un municipio de menos de 100 habitantes. Tiene una traza medieval en la que destaca la iglesia de San Martín de Tours y algunas casas-palacio blasonadas. Y, como podéis ver, el Camino de Santiago es un buen lugar para hacer amistades. Os pongo también una foto con una amiga que hice en este pueblo.



Los aproximadamente 10,5 km que restan para llegar a la meta discurren por un terreno favorable, con una ligera cuesta abajo, aunque algo aburrido, pues transcurre mayormente por una pista entre terrenos de concentración parcelaria. Es en este tramo en el que abandonamos Aragón para entrar en Navarra.

La localidad navarra de Sangüesa/Zangoza es lo que se dice un gran final de etapa. Esta localidad, fundada en 1090, es capital de una de las cinco merindades históricas de Navarra y fue sede de las Cortes de Navarra. Con sus poco más de 5.000 habitantes, es la segunda localidad más grande del Camino Francés por Aragón, después de Jaca.

Su gran joya es la iglesia de Santa María la Real. No exagero si digo que tiene una de las fachadas más hermosas del Románico de toda Europa y, de hecho, doy fe de que aparece en los libros de historia del arte.

Su fachada cuenta con más de 300 estatuas y su tímpano está recargadísimo con una escena del Juicio Final. También tiene esculpidas las arquivoltas de su portada y las columnas que flanquean su puerta de entrada. Con estos méritos, no es de extrañar que sea Bien de Interés Cultural desde 1889.





Su interior también hay que visitarlo, pues cuenta con varios tesoros, destacando su retablo mayor, obra de Jorge de Flandes.


La otra cara de la moneda es que semejante joya, en vez de estar en una zona peatonal y ajardinada, como se merece, está en una calle por donde circulan coches, dejando la iglesia expuesta a la contaminación del tráfico rodado e impidiendo a los viajeros y lugareños disfrutar de esta maravilla como es debido. Esto se debe a que una planificación urbanística imposible de empeorar realizó un puente de acceso a la localidad salvando el río Aragón justo delante de la iglesia, por lo que sería necesario un nuevo acceso y peatonalizar el actual puente.

Siguiendo con iglesias, también hay que visitar la iglesia románica de Santiago, con una interesante torre almenada y una estatua de Santiago peregrino en su interior.


Como muestra de arte gótico, también podemos visitar la iglesia de San Salvador que, al parecer, cuenta con importantes pinturas murales. Digo "al parecer" porque, salvo que haya cambiado la situación en los últimos meses, esta iglesia está cerrada. Pese a ello, la última vez que estuve recuerdo que había carteles informando de lo magníficas que eran. Pregunté en la Oficina de Turismo por qué ponían esos carteles si luego no se podía entrar en la iglesia. Su respuesta fue que era para sacar los colores al gobierno de Navarra, que no se digna a reparar los problemas estructurales que obligan a mantenerla cerrada.


Además de su arquitectura religiosa, también tiene una buena muestra de arquitectura civil. Sin ser exhaustivo, pues no pretendo sustituir a las oficinas de turismo, que siempre recomiendo visitar, voy a citar dos: el Palacio de los Reyes de Navarra y, sobre todo, el Palacio de los Marqueses de Vallesantoro. Recomiendo ampliar la foto para ver el espectacular alero de madera, aunque es muchísimo mejor al natural.




Saludos cordiales y buen Camino,